Empezando a entrenar de verdad…

Entrenar siguiendo las directrices de alguien que supuestamente sabe más que tú. ¿Cómo lo ves? Un entrenador… yo te diría que es ideal.

Entrenas dándole sentido a tu objetivo, siguiendo una progresión adecuada en base a tu punto de partida, avanzando día a día sabiendo que lo haces bien, viendo la mejora constante y sabiendo que el riesgo de lesión es bajo porque entrenas de forma controlada.

Lo sientes, te enorgulleces de que antes corrías a ritmo 6:00 min/km y ahora corres por debajo de 5:00 min/km, que antes llegabas a los 8km ahogándote y ahora llegas a los 10km con ganas de más, que antes salías en bicicleta y a la primera cuesta ya empezabas a rezar para que terminara rápido sintiendo que tu corazón iba a explotar y ahora cuesta a cuesta vas hablando con tu amigo sobre cómo te ha ido la semana en el trabajo.

He aquí un poco resumido lo que puede suponer seguir unas directrices o no seguirlas. No te voy a decir que no seguirlas es sinónimo de que no vas a lograr nada, no, lo único que te diré es que hacer las cosas con sentido sienta bien, y los resultados se ven, mucho más rápido de lo que crees.

Yendo a la parte técnica, seguir estas directrices significa seguir una planificación deportiva por parte de un entrenador, sí. Pero, ¿sabes qué es? Pues no es más que una secuencia lógica de contenidos de trabajo, temporizados en el tiempo, con el fin de lograr nuestros objetivos a corto/ largo plazo.

Estos siempre van a seguir un patrón coherente en lo que se refieren los principios rigurosos del entrenamiento (adaptabilidad, variabilidad, progresión, transferencia…) y partiendo del individuo para planificar o programar de manera coherente. No existe una base estándar, sino que dependerá de las necesidades y puntos de partida de la persona. 

Ahora bien, ¿crees que es solo algo reservado para el deportista “pro” y no para el principiante? Si no existen los mismos objetivos, ¿los dos debemos seguir una planificación o programación deportiva? En general, sea cual sea tu actual nivel de forma, ya seas un “pro” o principiante, seguir una planificación te va a ayudar a mejorar más rápido, siendo la única diferencia en qué medida.

Por ejemplo, un deportista de elite irá buscando ese plus extra de mejora y explorará cualquier parámetro de rendimiento mejorable, hasta los métodos más destacados de nutrición y recuperación. En cambio, un principiante va a mejorar, simplemente, siguiendo un entrenamiento estructurado con regularidad, ya sea con el objetivo de completar una carrera o bien por el simple hecho de no lesionarse.

Eso es mejora continua, recibir el estímulo adecuado en el momento adecuado y llevar un control de las cargas de entrenamiento para así minimizar el riesgo de lesión.

¿Cómo conseguimos esto?

En gran parte entendiendo los objetivos del atleta, valorando sus puntos fuertes y débiles, observando sus parámetros de rendimiento individuales y tomando las debidas decisiones de entrenamiento para poder trabajar sobre ellas. ¿Y cómo sabemos esos parámetros? Existen test de rendimiento muy útiles para poder extraer toda esta información y así poder planificar de forma lógica, coherente y estructurada.

¿Entonces, tiene sentido seguir las directrices de un profesional?

SÍ, búscale el sentido que más te guste o se adapte a ti, pero siempre vas a sacar algo bueno de hacer las cosas bien. ¿Eso quiere decir que necesito ser un deportista de élite o un superfriki deportista? No. Como bien decimos, todos los atletas necesitamos hacer las cosas bien, ya sea con un objetivo u otro. Lo más importante es encontrarle sentido a la practica deportiva, llegar a tus objetivos de manera eficiente, y no olvidarnos de la diversión y lo social que esta actividad pueda suponer para ti.

Compartir este artículo:
REINVÉNTATE

Márcate OBJETIVOS y entrena de forma INTELIGENTE

Planificaciones deportivas personalizadas