Maximiza tu rendimiento; la clave de la diversidad

En la búsqueda constante para mejorar nuestra salud y/o conseguir objetivos deportivos, actividades como el running y el ciclismo se han posicionado como opciones predilectas para muchos. Estas prácticas no solo nos conectan con nuestro entorno y nos ofrecen una vía de escape frente al estrés diario, sino que también nos desafían a superar nuestros límites personales.

Sin embargo, el verdadero secreto para potenciar nuestros objetivos y cuidar de nuestra salud a largo plazo radica en la diversificación de nuestras rutinas de entrenamiento.

Hoy en día, siendo deportista amateur o principiante, tenemos un amplio abanico de opciones deportivas que pueden satisfacer nuestras necesidades u objetivos. La pregunta es: ¿las explotas todas?

Este post va dirigido al deportista atrevido, al que no siente la obligación de centrarse solo en un deporte, la cabra que le gusta hacer de todo, como más loco mejor.

Running de calle, trail, ciclismo de carretera, gravel, BTT… Sí, nos puede gustar practicar más de un deporte de resistencia, no porque seamos triatletas por obligación, sino como hobby. No es cuestión de ser unos frikis de un solo deporte, sino que dependiendo del objetivo que tengamos o de la temporada en que nos encontremos, podemos practicar más un deporte que otro, pero nunca renunciando a ninguno.

La clave para un desarrollo integral y sostenible de nuestra rutina de entrenamiento reside en incorporar distintos tipos de actividades que complementen y enriquezcan nuestra práctica principal.

¿Has pensado en los beneficios físicos y mentales que puede tener a largo plazo? 

Nuestro rendimiento se vería beneficiado por el simple hecho de cumplir con los requerimientos que nos exige cada deporte, porque trabajar la explosividad en el running no va a ser lo mismo que en el ciclismo, al igual que la resistencia o la flexibilidad. Además, cada deporte nos obliga a entrenar en diferentes umbrales de intensidad, con diferentes grupos musculares en activo, diferentes rangos de movilidad en cada articulación y desarrollando diferentes habilidades motoras.

Tampoco podemos obviar las mejoras en lo que se refiere la prevención de lesiones. Realizando un buen trabajo de prevención esto se va a revertir en más beneficios por el hecho de tener una estructura músculo-esquelética más fuerte y más preparada.

En lo que se refiere a los beneficios mentales, nos aporta reducción del estrés, mejora de la concentración, adaptabilidad a la disciplina deportiva y/o entorno deportivo, cosa que nos va a hacer salir de nuestra zona de confort en todo momento y por consecuencia, la eludir el aburrimiento.

En conclusión, ¿y si te dijera que puedes lograr tus objetivos con una rutina de entrenamiento acorde a tu disponibilidad y con libertad para practicar todos las actividades que te gustan, sin necesidad de invertir montón de horas en el gimnasio y entrenando siempre en el aire libre? 

La clave está en adaptar el entrenamiento a la persona, y no la persona al entrenamiento. Siempre habrá opciones para todo el mundo y estas no tienen que comprometer por obligación tu vida.

Por lo tanto, te invitamos a experimentar con esta diversidad, escuchando siempre a tu cuerpo y ajustando tu rutina de entrenamiento a tus necesidades y objetivos.

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